MITOS, CREENCIAS Y RELIGIÓN
En la mitología nórdica se puede evidenciar un conjunto de creencias el cuál comprende la religión, los mitos y las leyendas creadas por los pueblos germanos de Escandinavia en el norte de Europa.
La religión de estas creencias nórdicas no era revelada, todo esto
debido a que los divinos no entregaban una verdad absoluta a los mortales
(aunque existan relatos de humanos aprendiendo las historias de aquellas
deidades, o en su defecto a ellos), de igual forma no poseían un libro sagrado.
La difusión de esta mitología era oralmente en forma de una amplia y regular poesía. Aquella divulgación se mantuvo durante la era vikinga y nuestra comprensión respecto a ella se ha fundamentado primordialmente en el Eddas y otros guiones medievales escritos durante o después del período cristiano.
En la tradición escandinava, estas creencias perduraron durante mucho tiempo, y algunas aún permanecen en algunas áreas rurales. Otras han resurgido o han sido reinventadas como el neopaganismo germánico. Del mismo modo la mitología siempre ha sido fuente de inspiración en la literatura, las obras escénicas o el cine.
Según sus
creencias y tradiciones en el comienzo de los tiempos existía un vacío abismal,
el Ginnungagap y dos materias, el fuego y el hielo, las cuales se mezclaron en
este vacío, por lo que se creó el universo de esa fusión que dio origen al
gigante Ymir y a su vez a la vaca Audhumbt quién era la encargada de nutrir a
los humanos.
Las batallas fueron indispensables al igual que el concepto de triunfo en la muerte, un tema grato para está mitología, cuya autorización de la “Guerra Santa” trascendió y presentó una amplia importancia política.
Al compaginar mitos y leyendas referentes a esta mitología, se cuenta de manera clara una historia reiterativa, la cual comienza con la creación del universo, concluye con la caída de este en el Ragnarok y luego con la creación se reanuda nuevamente. Dejando en evidencia un ciclo, que engloba el nacimiento, la vida, la muerte y el tan anhelado renacimiento, muy en semejanza al ciclo que se repite en cualquier organismo vivo.
La difusión de esta mitología era oralmente en forma de una amplia y regular poesía. Aquella divulgación se mantuvo durante la era vikinga y nuestra comprensión respecto a ella se ha fundamentado primordialmente en el Eddas y otros guiones medievales escritos durante o después del período cristiano.
En la tradición escandinava, estas creencias perduraron durante mucho tiempo, y algunas aún permanecen en algunas áreas rurales. Otras han resurgido o han sido reinventadas como el neopaganismo germánico. Del mismo modo la mitología siempre ha sido fuente de inspiración en la literatura, las obras escénicas o el cine.
Constantes batallas, odios vengativos, juramentos, persecuciones,
afectos, amores, héroes venerables y dioses cegados por la codicia y la
venganza, todo esto caracterizaba la religión nórdica, desarrollada bajo el
exuberante y frondoso árbol de Ygdrazil, cuyas raíces penetraban las
profundidades de la tierra y eran desgastadas por el dragón Nidhaus.
Alimentándose de las hojas empapadas de escarcha, en tres días la
vaca dio a luz al primer dios, Buh, quién se casó con la hija de Ymir, de cuya
unión nacieron Volin, We y Odín. Como en la leyenda griega, dieron muerte a su
padre y así crearon el cielo y la tierra. Las ramas del Ygdrazil sostienen el
cielo y sus raíces se hunden en el reino de los gigantes. Incontables dioses
vivían en el mundo, hasta la aparición de la humanidad, Eva surgida de un olmo
y Adán originado de un fresno.
Montes, océanos, selvas, montañas, etc., fueron habitados por dioses menores, ninfas, elfos, enanos, sirenas, gnomos, gigantes, etc.
El más importante fue Odín, reconocido como Wottan en algunos lugares, quién poseía un carácter distintivo guerrero. De la misma manera grandes dioses nórdicos se destacaron, quiénes eran las Asynjur y los Aesir, que dirigían desde Asgard el universo.
Montes, océanos, selvas, montañas, etc., fueron habitados por dioses menores, ninfas, elfos, enanos, sirenas, gnomos, gigantes, etc.
El más importante fue Odín, reconocido como Wottan en algunos lugares, quién poseía un carácter distintivo guerrero. De la misma manera grandes dioses nórdicos se destacaron, quiénes eran las Asynjur y los Aesir, que dirigían desde Asgard el universo.
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Los dioses nórdicos eran mortales, y solo a través de las manzanas de Iðunn podían esperar vivir hasta el Ragnarök. |
Las batallas fueron indispensables al igual que el concepto de triunfo en la muerte, un tema grato para está mitología, cuya autorización de la “Guerra Santa” trascendió y presentó una amplia importancia política.
Al compaginar mitos y leyendas referentes a esta mitología, se cuenta de manera clara una historia reiterativa, la cual comienza con la creación del universo, concluye con la caída de este en el Ragnarok y luego con la creación se reanuda nuevamente. Dejando en evidencia un ciclo, que engloba el nacimiento, la vida, la muerte y el tan anhelado renacimiento, muy en semejanza al ciclo que se repite en cualquier organismo vivo.
Es así como se llega a la conclusión de que la mitología nórdica interpreta y concibe al mundo desde una perspectiva amplia y diferente expresada en imágenes y relatos, la cuál hasta el día de hoy vive en el imaginario popular a pesar de los esfuerzos de las principales religiones en desviar a la población de dichas creencias, lo que demuestra la influencia de la cultura vikinga en diversas ideas del mundo moderno.
El nacimiento del hombre y la mujer en igualdad de condiciones desde la flora puede explicar el equilibrio entre los sexos y con la naturaleza.
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